“I know in my heart that man is good, that what is right will always eventually triumph, and there is purpose and worth to each and every life” Epitafio de Reagan.
Siempre he creído que una buena forma de medir la vida de un hombre es ver la reacción del mundo ante su muerte. El fallecimiento de Ronald Reagan el 5 de junio de 2004, elevó al 40 presidente norteamericano del Olimpo conservador al cielo de los Cristianos.
Estas fueron algunas de las reacciones a su muerte:
George W. Bush, “Esta es una triste hora para América. Ronald Reagan se ganó el respeto de los americanos con su grandeza, y se ganó su amor con su bondad. Tenía la confianza que da la convicción, la fuerza que da el carácter, la gracia que da la humildad y el humor que da la sabiduría. Deja atrás una nación que él restauró y un mundo que contribuyó a salvar. Durante los años del presidente Reagan, América acabó con una era de división y de duda en sí misma. Y debido a su liderazgo el mundo acabó con una era de miedo y tiranía (...) Él siempre nos dijo que lo mejor para América aún no había llegado. Tenemos el consuelo de saber que eso es verdad también para él. Su trabajo está hecho. Y ahora una ciudad brillante le espera. Que Dios bendiga a Ronald Reagan”.
Bill Clinton, “Hillary y yo siempre recordaremos al presidente Ronald Reagan por la manera en que personificó el indomable optimismo del pueblo americano, y por mantener a América en la vanguardia de la lucha por la libertad. Es apropiado que una pieza del Muro de Berlín adorne el Edificio Ronald Reagan en Washington”.
Mijaíl Gorbachov, “Creo que Ronald Reagan fue un gran presidente, con quien la dirigencia soviética pudo lanzar un muy dificultoso pero importante diálogo. Reagan fue un estadista que, a pesar de todos los desacuerdos que existían en aquel tiempo entre nuestros países, se dispuso con previsión y determinación a encontrar un camino intermedio para nuestras propuestas y a cambiar para mejor nuestras relaciones; detuvo la carrera nuclear, comenzó a abandonar las armas nucleares y dispuso que las relaciones entre nuestros países se normalizaran. No sé cómo hubieran actuado otros estadistas en ese momento, porque la situación era muy difícil. Reagan, a quien muchos consideraron un ultraderechista, se atrevió a dar esos pasos, y esa es su más importante hazaña”.