CAPITULO SEIS: Claves de un Buen Lider.

Ronald Reagan guió los Estados Unidos de Norteamérica durante 8 años, tras su primera legislatura en 1980, fue reelegido con la mayor diferencia desde la época de Roosevelt y la aprobación de la vigésimo segunda enmienda en 1951, por la cual se limita a un máximo de dos mandatos presidenciales.

Lo que pretenderemos en este capítulo es buscar las razones que llevaron al pueblo Norteamericano a confiar masivamente en Reagan. Pero, ¿Como diferimos entre Liderazgo y estilo de gestión? o ¿Como lo diferimos de la grandeza?

Ante la dificultad de responder las preguntas arriba formuladas, procederemos con paciencia y humildad. Reagan no nació perteneciendo a Élite alguna. Pero el desempeño de su labor como actor, le propinó fama y fortuna, pasando a forma parte de un grupo influyente como es el gremio de actores de Hollywood. Es aquí, donde nosotros hemos elegido empezar a contar la historia del liderazgo de Reagan. En 1946 Ronald Reagan fue designado y elegido democráticamente por sus compañeros de oficio como presidente del sindicato de actores, sus compañeros fueron los primeros en reconocer en el actor Reagan un líder y un gestor digno de confianza, como prueba que se mantuviera 14 años el puesto y que durante ese tiempo fuera reelegido 8 veces para el cargo.

Tras el sindicato y General Electric, Reagan protagonizó según el periodista David Broker “la aparición en política nacional mas exitosa desde 1896” con un discurso (escrito por el mismo) que ha pasado la historia con el nombre “A time for choosing” y que nos dejó una de sus más profundas e influyentes reflexiones.

“A ustedes y a mí nos han dicho que debemos escoger entre izquierda y derecha, pero yo les sugiero que no existe izquierda ni derecha. Sólo existe arriba y abajo. Arriba está el sueño antiguo del hombre de la máxima libertad individual posible manteniendo el orden, y abajo el hormiguero del totalitarismo. Sin poner en duda su sinceridad, sus motivos humanitarios, aquellos que sacrificarían la libertad por la seguridad se han embarcado en ese camino descendente. Plutarco advirtió que "el verdadero destructor de las libertades del pueblo es aquel que reparte botines, donaciones y regalos".

Solo tras este discurso, le ofrecieron ser candidato a Gobernador de California, oferta que aceptó, convirtiéndose a la sazón en el 33º Gobernador de California. Tras ocho años de gobernador, Reagan estaba preparado para asaltar la Presidencia.

Una de las claves del Liderazgo del candidato Ronald Reagan hacia la Presidencia era que desarrollaba un estilo de campaña desde una postura novedosa. Ronald Reagan se presentaba ante la opinión pública como un outsider, como un regeneracionista, como un vaquero dispuesto a poner en cintura a un Washington corrupto, su eslogan de campaña era claro “liderazgo, no política”. Reagan era un líder fresco, un hombre curtido por la edad pero con un cierto halo de amateur, que les decía a los americanos que las cosas no son complejas sino simples, que el mundo puede juzgarse en buenos y malos y que los Estados Unidos son tan grandes que no pueden tener sueños pequeños.

Reagan siempre destacó en los aspectos ceremoniales del gobierno, sabía representar su papel y por primera vez en muchos años, los americanos podían mirar la televisión y observar alguien obstinado en dignificar y engrandecer el título de Presidente.

Podemos sistematizar la formula del liderazgo de Reagan en las siguientes 5 claves:

1. VISIÓN: Ronald era un visionario, tenía el objetivo de hacer un mundo nuevo, mejor, más seguro y más próspero.
2. CONVICCIÓN: Todo ello acompañado con el convencimiento de que solo gracias al tesón y al esfuerzo de todos, el sueño puede hacerse realidad.
3. DECISIÓN: Los sueños son solo vapor si no se avanza hacia su cumplimiento. Dar el paso, separa una idea de un proyecto real.
4. RECURSOS: Las habilidades del líder para vertebrar espíritus son siempre una parte esencial, Reagan lo consiguió a través de su espléndido sentido del humor.
5. SENTIDO COMÚN: un líder siempre debe saber ajustar su sueño a la realidad y un político debe saber como trasformar sus esperanzas en leyes.